domingo, 3 de julio de 2016

DECÁLOGO DEL SER HUMANO

El hombre (léase también mujer, a partir de ahora), no es un ser excepcional. Nos cuesta entender esto, pero estamos sujetos a las mismas leyes matemáticas, físicas y químicas que el resto de la existencia (que no es lo mismo que la esencia). Por tanto, creo que es justo enunciar el decálogo de las leyes que nos rigen, como sucede con el potasio, la inercia o la electroforesis.

Ley nº 1: horror vacuii
El ser humano huye del vacío. No gusta de espacios sin gravedad, leyes, normas o similar. No entiende la nada ni la ausencia, y por ello ocupa pacífica o violentamente estos espacios. Esto le hace especialmente peligroso cuando no entiende los ámbitos fuera de las leyes a su alcance, invadiéndolos, ignorándolos (las menos veces) o aniquilándolos.

Ley nº 2: Causa ajena:
Todo error propio tiene su origen en un ente ajeno al sujeto. Cada fallo que cometemos es imputable a otro, a una entidad (cuanto más abstracta mejor, ya que es menos verificable). De este modo, siempre tendremos una mano libre para seguir en la brecha.

Ley nº 3: Envidia:
Cualquier ser que haya cometido una falta menor que la nuestra, merece quedar tuerto si lo nuestro va a ser la ceguera. Nadie obtiene un beneficio alguno con ello, pero entronca perfectamente con ley nº 2. Y si se trata de un éxito… pues que le den igualmente.

Ley nº 4: Tercio excluso/incluso:
Todo éxito nunca se debe a la acción de un tercero, aunque si se trata de un fracaso, es ineludible la importancia de éste.

Ley nº 5: Intransitividad de la confianza:
Los hombres piensan una cosa, dicen otra y hacen una tercera.

Ley nº 6: Variabilidad de la longitud de las vértebras:
La longitud de las vértebras depende de la necesidad de reconocimiento, soportando un número de medallas inversamente proporcional al nivel de lo anteriormente citado. Por ello hay personas con más cuello que otras.

Ley nº 7: Ruptura del equilibrio:
Cuando algo funciona, indefectiblemente debe ser alterado hasta que deje de hacerlo. No se soporta la normalidad. 

Ley nº 8: Excepcionalidad:
Todo ser humano ha de ser excepcional, no se concibe como los demás. Esta ley entronca con la 9ª ley.

Ley nº 9: Trascendencia:
Todo ser humano debe ser recordado; no son suficientes sus obras como hechos sin sujeto. El ansia de eternidad predomina sobre el servicio.

Ley nº 10: Ponderación variable:
Si los hombres no comparten lo anterior, crearán mundos nuevos, alternativos y diferentes. Somos seres naturales, sujetos a leyes, pero nuestro comportamiento es el único impredecible de todo al reino animal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario