EL ESFUERZO GENEROSO

Si trabajamos con generoso esfuerzo, nunca recibiremos negatividades. Hacer lo que se necesita hacer, independientemente de cualquier otra consideración, conlleva respeto, cariño y valoración por parte de los demás.

No nos preocupe si hacemos más o menos que otros, olvidemos comparaciones y envidias, pues muchos de los “remisos” se engancharán a esta dinámica generosa. Cierto es que muchos otros no lo harán, pero a diferencia del resto, no gozarán de vida en el grupo, estarán solos en el escondrijo donde no se les detecte, o, todo lo más, se acompañarán de otros indeseables. El grupo evitará dirigirse a ellos o se conducirá con desagrado si es inevitable la interacción.

No merece la pena la disputa, tampoco el argumento “todos cobramos lo mismo”, pues los beneficios que reporta nuestra actitud son tan ciertos como la nómina que cobramos. Quien vive huyendo de sus responsabilidades, jamás será feliz, y estoy convencido de que es mucho más duro, triste y estéril el trabajo al que obliga la picaresca que la tarea diaria.

El trabajo ocupa gran parte de nuestra vida, y las personas que tenemos alrededor son (somos) un tesoro para todos. Nosotros no las hemos elegido, pero ellos a nosotros tampoco. Ser solidario, generoso, altruista, es una actitud inteligente, beneficiosa para la gente y para el desarrollo humano. Es, pues, una actitud saludable y respetuosa con el entorno.De este modo, si somos trabajadores solidarios:

• Nunca recibiremos un reproche por falta de actitud; muy al contrario, el grupo incrementará nuestra autoestima y valor para la empresa.
• Seremos conscientes de que cualquier empresa es tan nuestra como de su dueño, pues su funcionamiento incide directamente en la vida de todos.
• Siempre tenderemos a ofrecer lo mejor, y como serviremos para algo estaremos felizmente vivos, que es el objetivo principal y sentido de la existencia.

Con esta práctica, veremos que ignorar lo nocivo es muy sencillo. Con esta actitud, es más fácil que las medidas que deba tomar la empresa tengan en cuenta que su valor son las personas. 

En caso de que se prescindiese de nosotros no nos iremos de vacío; al menos nos llevaremos lo hecho y nuestra valía, y como hay gente que lo sabe, hay más posibilidades de que cuenten con nosotros en otro lugar.