Lo antiguo o retro ahora se denomina “vintage” (galicismo); el “slip” hace tiempo que ha enterrado al calzoncillo; el término “muffins” tiende a imponerse al de magdalenas, siendo bollos distintos. Los maricas son “gays”, los vestíbulos, “halls”, las galletitas, cookies, lo importante es VIP, se dice bol (bowl) en lugar de cuenco…
En el cine, muchos “malos” de las películas morían en arenas movedizas (que han desaparecido por completo). Tampoco se usa ya el veneno. Los disparos eran discretos, casi siempre al vientre y sin sangre. Los bazares y ultramarinos se han convertido en “chinos”. Dentro de poco, también las tiendas de ropa. Grandes platos, muy apreciados en su tiempo, han desaparecido de forma inexplicable: ya no hay piña al Kirsch, ni pato a la naranja, ni soufflé Alaska, ni se ofertan consomés con yema o Jerez, ni sopas Julianas, de cebolla o al cuarto de hora, por ejemplo. ¿Qué ha pasado con el besugo?
Y la informática: “chatear” (que además ya no se usa apenas) nada tiene que ver ya con irse de vinos; “removible”, que también se ha popularizado desde este ámbito, se usa para cualquier cosa de quita y pon. “Bizarro”, ha pasado de valiente a raro. Sponsors son patrocinadores, etc…
Podemos seguir y jamás terminaríamos, pues la idea de lenguaje inmutable es romántica, pero no real. ¿Justifica esto las voces inadecuadas por el simple hecho de que sean novedosas o simplemente se usen?
Podemos seguir y jamás terminaríamos, pues la idea de lenguaje inmutable es romántica, pero no real. ¿Justifica esto las voces inadecuadas por el simple hecho de que sean novedosas o simplemente se usen?
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